Gabriel Fauré compuso esta obra entre los años 1887 y 1901. Por tanto, el sacerdote de nuestra leyenda no pudo cantar su Libera me Domine en el Siglo XVI.
Anita nos dice que los Héroes no necesitan funerales, que les gustan la música y las flores. Así pues escogió el Libera me Domine, de Gabriel Fauré, para ilustrar esta parte de su Historia de los Héroes, por tratarse de una pieza musical impresionante, fúnebre y alegre.
Al escucharla, imagina Tarragona oscura, y el cortejo iluminado solamente por la luz de las hachas que portan los congregantes. Una Tarragona silenciosa, un silencio roto por el gemir del metal de las ruedas de los carros al rodar sobre el empedrado y el lúgubre sonido de la matraca del niño.
De pronto, el tenor empieza su canto. Las puertas de las casas se abren; y hombres, mujeres, niños y niñas… todos se unen al cortejo iluminando la noche con velas y cirios. Otros, desde las ventanas, arrojan flores sobre el carro que transporta al Héroe.
Pediremos a la Unidad de Música de la Inspección General del Ejército de Barcelona que interprete esta pieza musical, y a su directora que nos escriba su partitura, a fin de que pueda ser interpretada en las múltiples procesiones que se celebran en muchas poblaciones durante la Semana Santa.